sábado, 26 de septiembre de 2009

Mercado de San Miguel, Madrid


Desde su reapertura el pasado mes de mayo, no hay programa de cocina o revista de moda que no hable del Mercado de San Miguel. Tan buena ha sido su acogida en Madrid, que ya le han otorgado el Premio Millesime a la mejor iniciativa turística del año, junto con la Noche en Blanco.









El monumental mercado de hierro, a un paso de la plaza Mayor, ya desde su inauguración en 1916 surtía a las casas más selectas de la capital, y tras su remodelación, sigue conservando el espíritu gourmet, porque cada uno de los treinta y cuatro puestos es una tentación irresistible.

San Miguel ofrece de todo: Floristería, zumos, pescadería, panadería, cervecería, café, pasta fresca, quesos, frutería, carnicería... Pero no es precisamente un lugar donde hacer la compra del mes, sino más bien darse un capricho o comprar algún producto especial para una cena romántica.
Muchos de los puestos son sucursales de casas archiconocidas en Madrid:

Las salazones, ahumados y conservas de La Casa del Bacalao.

Los platos preparados de LHardy, un nombre vinculado a la Casa Real desde hace casi dos siglos.

Los pasteles, bombones y macarons del Horno La Santiaguesa.Los libros de cocina de Laie.


El mercado está de bote en bote para la sesión vermout y los vinos de antes de la cena. La última moda es ir a tomar champán y ostras a "Daniel Sorlut", no en vano esta empresa francesa es proveedora del restaurante Sacha y el hotel Ritz.


Aunque esta opción me parece estupenda, me quedo con el producto español y os aconsejo degustar uno de los exquisitos jamones de Guijuelo acompañados de un Rioja.


Un consejo: antes de decidiros por un producto, pasead sin prisa viendo, con los ojos y la nariz bien abiertos, admirando todas las maravillas que nos ofrece el mercado. Sólo eso, ya es una experiencia que vale la pena.











3 comentarios:

  1. He estado hoy por allí y lo has descrito todo al detalle.
    Las fotos lo reflejan perfectamente.
    Me ha gustado muchísimo.
    Recomiendo que se den una vuelta por el Mercado de San Miguel, ¡merece la pena!.

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  2. Ay, Mari Carmen, qué envidia me das a veces... Guárdame sitio que voy para allá la semana que viene. Habrá que catar esos jamones, jeje

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  3. El Mercado de San Miguel está muy bien, esa es la verdad!
    Me ha gustado mucho tu reportaje fotográfico del mercado con sus productos gourmet, aunque eché de menos los pasteles de nata del local portugués y el carrito de las croquetas!
    un abrazo,
    marlene

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